Innovating tourism
in Merzouga: Gnawa music as a sustainability driver
Abdelhak Hiri
Correspondencia:hiriest@hotmail.com
Instituto Superior Internacional de Turismo, Tánger, Marruecos
Recibido: 30 de agosto de 2024
Aceptado:
10
de octubre de 2024
DOI: https://doi.org/10.24265/turpatrim.2024.n23.05
Para citar este artículo:
Hiri, A. (2024). Innovando el turismo en Merzouga: la música gnawa como motor de sostenibilidad. Turismo y Patrimonio, 23, 83-103. https://doi.org/10.24265/turpatrim.2024.n23.05
Resumen
Este estudio propone un modelo innovador de turismo sostenible centrado en la promoción y preservación del patrimonio musical gnawa en el desierto de Merzouga, Marruecos. La investigación buscó desarrollar y evaluar un modelo de turismo comunitario que, fundamentado en la música gnawa, fomente la sostenibilidad ambiental y el empoderamiento local. Se planteó la hipótesis de que este modelo al integrar la música gnawa genere ingresos sostenibles para las comunidades, fortalezca la identidad cultural gnawa y reduzca significativamente el impacto ambiental del turismo en la zona, mejorando, así, la calidad de vida de sus habitantes. Para lograr este objetivo, se empleó un enfoque de investigación mixta que combina métodos cuantitativos y cualitativos. Se aplicaron encuestas a turistas y operadores turísticos para recopilar datos cuantitativos, y también se realizaron entrevistas en profundidad a actores clave de la comunidad para obtener información cualitativa. Este enfoque integral permitió un análisis holístico de los efectos y las potencialidades del modelo propuesto.
Palabras clave: turismo, sostenibilidad, Marruecos, desierto, Merzouga, gnawa
Abstract
This study proposes an innovative sustainable tourism model that promotes and preserves the Gnawa musical heritage in the Merzouga Desert, Morocco. The research aimed to develop and evaluate a community-based tourism model grounded in Gnawa music, fostering environmental sustainability and local empowerment. The hypothesis was that by integrating Gnawa music, this model would generate sustainable income for communities, strengthen Gnawa’s cultural identity, and significantly reduce the environmental impact of tourism in the area, thereby improving the quality of life of its inhabitants. A mixed approach was employed to achieve this objective, combining quantitative and qualitative methods. Surveys were also administered to tourists and tour operators to collect quantitative data, while in-depth interviews were conducted with key community stakeholders to gather qualitative information. This comprehensive approach allowed for a holistic analysis of the effects and potential of the proposed model.
Keywords: tourism, sustainability, Morocco, desert, Merzouga, Gnawa
Marruecos presenta un paisaje geográfico dominado por extensos desiertos, entre los que destaca el Sahara. Esta región, que ha cautivado a exploradores y viajeros durante siglos, se enfrenta al desafío crucial de conciliar la explotación turística de sus recursos naturales con la preservación de su frágil ecosistema. Si bien el turismo representa una fuente de ingresos significativa, su crecimiento descontrolado amenaza el delicado equilibrio entre el desarrollo económico y la conservación ambiental.
Altamiro (2012) destaca la necesidad de un enfoque cuidadoso en el turismo de zonas áridas, dado que la presión sobre los recursos hídricos, la degradación de los ecosistemas frágiles y la pérdida de la autenticidad cultural amenazan estos espacios desérticos. Surge, entonces, la necesidad de encontrar un equilibrio entre la preservación del entorno natural y las necesidades económicas de las comunidades locales.
Ante este panorama, la creciente preocupación por la sostenibilidad ambiental ha impulsado una proliferación de investigaciones sobre el turismo en entornos áridos. Autores como Saarinen (2010) y Buckley (2012) han destacado la importancia de adoptar prácticas turísticas responsables en regiones como el Sahara, subrayando la necesidad de equilibrar los beneficios económicos del turismo con la conservación de los ecosistemas frágiles. Saarinen indica que «el desarrollo turístico en entornos frágiles debe ser gestionado de manera que minimice el impacto ambiental y maximice los beneficios para las comunidades locales» (2010, p. 97).
La presente investigación se centró en analizar cómo desarrollar una oferta turística sostenible en el desierto de Merzouga, con el objetivo de minimizar los impactos ambientales y maximizar los beneficios socioeconómicos para las comunidades locales. Para ello, se definieron y analizaron las siguientes variables:
Sostenibilidad turística: prácticas que promueven la conservación del medioambiente y la cultura local, garantizando, a su vez, el bienestar económico de las comunidades.
• Impacto del turismo en comunidades locales: repercusiones del turismo en términos económicos (generación de empleo, ingresos), sociales (cambios en los patrones de vida) y culturales (preservación de tradiciones).
• Ecosistemas frágiles: salud y conservación de los ecosistemas desérticos frente a la presión turística.
• Autenticidad cultural: preservación y respeto de las tradiciones y modos de vida de las comunidades locales.
¿Cómo diseñar una oferta turística de ecoturismo en el desierto de Merzouga que permita a las comunidades nómadas ofrecer experiencias auténticas y generar ingresos sostenibles? Esta fue la pregunta que guió al estudio.
La investigación que se presenta a continuación buscó diseñar una oferta turística a medida, un modelo que no solo atraiga visitantes, sino que también involucre a las comunidades locales, proteja el medioambiente y preserve el rico patrimonio de estas tierras ancestrales. Este esfuerzo es un primer paso hacia un turismo más responsable y sostenible, garantizando que tanto los turistas como las comunidades locales puedan beneficiarse mutuamente y disfrutar de la riqueza cultural y natural que Marruecos tiene para ofrecer.
El estudio adoptó un enfoque cualitativo exploratorio para profundizar en la comprensión del contexto del turismo cultural en Merzouga (Hernández
et al., 2014). Se
empleó una combinación de observación participante y entrevistas semiestructuradas. La observación participante se llevó a cabo durante cuatrosemanas,
centrándose en las
interacciones entre turistas y locales en diversos
escenarios. Se realizaron
treinta entrevistas semiestructuradas a una muestra intencional de
informantes clave, incluyendo guías turísticos,
artesanos gnawa, turistas,
líderes comunitarios y funcionarios gubernamentales, seleccionados
por su conocimiento profundo del contexto local y su participación en el sector turístico.
Las entrevistas se diseñaron para explorar las percepciones de los informantes sobre el impacto del turismo, la autenticidad cultural, y las oportunidades para el desarrollo sostenible (Cardoso et al., 2014). Esta metodología cualitativa permitió una exploración en profundidad de las experiencias subjetivas y las dinámicas sociales que caracterizan el turismo cultural en Merzouga. Al combinar la observación participante con las entrevistas semiestructuradas, se buscó obtener una visión holística y contextualizada del fenómeno estudiado.
Para analizar los datos, se utilizó un enfoque mixto que combinó el análisis de contenido de las entrevistas con la construcción de una matriz FODA (Ponce, 2006). Esta matriz permitió identificar las fortalezas (rica cultura gnawa, paisajes naturales), las oportunidades (desarrollo de nuevos productos turísticos), las debilidades (falta de infraestructura turística) y las amenazas (competencia de otros destinos) del destino.
Para garantizar la validez de los hallazgos, se empleó la
triangulación de datos, comparando la información obtenida a través de las
entrevistas con los resultados del análisis FODA y la observación participante.
Se definió como marco referencial la creación de una ruta turística temática basada en la cultura gnawa, siguiendo los lineamientos de Hernández (2011). Esta ruta busca promover el turismo sostenible y la participación de las comunidades locales, a la vez que ofrecer experiencias auténticas a los visitantes.
Es importante destacar que este estudio presenta algunas limitaciones, como el tamaño de la muestra y el enfoque en una región específica. Sin embargo, los resultados obtenidos proporcionan una valiosa base para el diseño de estrategias de desarrollo turístico sostenible en destinos similares.
Delimitación geográfica del estudio
Nuestro estudio se centró en el sureste marroquí, en particular, en la región de Merzouga. Se trata de un pueblo ubicado en la zona sureste de Marruecos, con una extensión aproximada de 7.4 km2. Se ubica a 60 km de la frontera que separa Marruecos con Argelia y a 35 km de Rissani, uno de los pueblos más famosos de la zona por su comercio y mercado y que, al igual que Merzouga, es considerada una de las puertas al desierto del Sáhara (Beddaa & Bachiri, 2021).
Se elige este territorio, en particular, porque en este espacio se encuentran los principales destinos turísticos del desierto de Marruecos. Se trata de un lugar muy atractivo por la majestuosidad de las dunas piramidales que sobrepasan el centenar de metros de altura. En esta región conviven árabes, amazighes y comunidades nómadas que han sabido adaptarse a las duras condiciones del desierto del Sáhara (Berriane & Michon, 2016).
Figura 1
Situación geográfica de Merzouga
Mapa de delimitación geográfica de la región de Drâa-Tafilalet.
Punto de referencia de Zagora, Marruecos
Merzouga, con sus vastas y enigmáticas dunas que se pierden en el horizonte, ha cautivado a generaciones con su atmósfera impregnada de historia. Su nombre, que evoca un profundo misterio, está rodeado de leyendas y tradiciones orales que reflejan la rica herencia cultural de la región. Entre las historias más antiguas destaca la trágica leyenda de Merzouga, que relata la vida de una mujer bereber del mismo nombre. Según se cuenta, Merzouga y sus hijos encontraron su destino en el desierto tras ser rechazados por una tribu nómada. La narrativa sugiere que el dios Akkuc, enfurecido por la crueldad de los nómadas hacia ella, decidió castigar la región levantando las imponentes dunas que hoy caracterizan el paisaje (Hammouda, 2021).
Por otro lado, existe otra teoría más arraigada en la lingüística que sugiere que el nombre «Merzouga» deriva de la palabra amazigh «mezouga», que significa «duna». Esta propuesta presentada por Morillo (2022), es especialmente pertinente si consideramos el paisaje dunar sublime que caracteriza a la región del sureste de Marruecos. La falta de registros históricos concretos acerca de Merzouga hace que ambas teorías coexistan, enriqueciendo aún más el misterio que rodea a este lugar.
Merzouga se ha erguido como un punto de encuentro cultural desde hace siglos. Durante el siglo XI se convirtió en un importante oasis a lo largo de las rutas comerciales que conectaban Oriente con el continente africano. Sus habitantes, tanto nómadas como sedentarios, construyeron sus viviendas en torno a palmeras y manantiales, adaptándose ingeniosamente a las duras condiciones del entorno. Los vestigios de aquel pasado aún son visibles en la arquitectura local, desde las casas de barro y piedra hasta las estrechas calles que serpentean a través del paisaje (Berriane & Michon, 2016).
La diversidad cultural de Merzouga se manifiesta a través de la convivencia de tres grupos étnicos: bereberes, árabes y la comunidad gnawa, descendientes de África subsahariana. Los bereberes, conocidos como amazigh, son el grupo indígena de la región y han habitado Merzouga durante siglos, destacándose por su rico acervo cultural y lingüístico. Según el investigador Chafik, «los bereberes poseen una identidad cultural rica que se expresa a través de su lengua, costumbres y tradiciones, las cuales han resistido el paso del tiempo» (2019, p. 131).
Por otro lado, los árabes, descendientes de migraciones hacia la región en períodos históricos, han añadido sus propias prácticas y costumbres enriqueciendo, así, la diversidad cultural de Merzouga. La influencia árabe se ve reflejada en la arquitectura, la gastronomía y las festividades locales (Beddaa & Bachiri, 2021). Finalmente, la comunidad gnawa, afrodescendiente que ha preservado su cultura y tradiciones, es reconocida por su música y danza, que han florecido tanto en Marruecos como a nivel internacional.
Los pueblos de Merzouga han
desarrollado también técnicas de agricultura y ganadería adecuadas para su clima
desértico, como el cultivo de palmeras datileras y la cría de camellos, así como un
ingenioso sistema de riego y almacenamiento de agua conocido como khatarrat.
El mecanismo del khatarrat se basa en una red de galerías subterráneas que se excavan manualmente. Estas galerías son diseñadas con una inclinación específica que permite la recolección y el transporte del agua subterránea por medio de la gravedad (Hoffman, 2009).
Este tipo de sabiduría ancestral en la gestión de recursos hídricos es esencial para la supervivencia y el desarrollo agrícola en condiciones extremas, como las predominantes en el desierto del Sahara (Berriane & Michon, 2016).
La música gnawa es un elemento fundamental en el entramado cultural de Marruecos, representando la intersección de múltiples tradiciones y herencias. Originaria de África subsahariana, la música gnawa ha ido evolucionando en el contexto marroquí, fusionándose con influencias árabes y bereberes. Esta fusión no solo resalta la riqueza cultural de Marruecos, sino que también da cuenta de la diáspora y los procesos de transculturación que han marcado la historia del país.
El etnomusicólogo Eric Charry señala que «la música gnawa, con sus complejos patrones rítmicos y su profunda espiritualidad, no solo actúa como un medio de expresión cultural, sino que también sirve como vehículo para la sanación y la conexión con lo divino» (2000, p. 75). Esto pone de manifiesto cómo la música gnawa no solo se sostiene en el ámbito del entretenimiento, sino que también tiene profundas connotaciones espirituales y rituales dentro de la cultura marroquí.
Por otro lado, Oumaima El Bouhaddani señala que, «la música gnawa ha absorbido
y adaptado elementos
de la música popular marroquí, lo que refleja su capacidad para asimilar
influencias sin perder su esencia» (2016, p. 53). La precisión anterior resalta
la resiliencia y adaptabilidad de esta práctica dentro del mosaico cultural de
Marruecos.
La interacción y la fusión de estos grupos étnicos reflejan la rica diversidad de Merzouga, y destacan la importancia de la preservación cultural en un mundo cada vez más globalizado. Es importante señalar que, al día de hoy, los gnawa han adoptado diversas tradiciones de la población local, formando asociaciones musicales que se han convertido en atractivos turísticos significativos (Morillo, 2022).
Reconocida por la UNESCO en 2003 como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, la música gnawa trasciende lo musical para convertirse en un puente entre el pasado y el presente, entre África y el mundo árabe-amazigh. Los gnawa, descendientes de antiguos esclavos, han transformado su dolor en una expresión artística cargada de simbolismo y significado (Berriane & Moizo, 2016; Hell, 2022).
La riqueza cultural de Merzouga, además de estar profundamente arraigada en la tradición oral, se expresa a través de cuentos, canciones y poesía que circulan entre generaciones. Los rituales gnawa, centrados en el uso de instrumentos como el crótalo, desempeñan un papel central en la vida social y espiritual de las comunidades marroquíes. Su artesanía es igualmente notable, elaborando alfombras, joyas y cerámicas con diseños intrincados y colores vibrantes. La música y la danza son componentes centrales de su identidad cultural con melodías y ritmos únicos que representan su herencia (Aderghal et al., 2021).
En este capítulo,
se presentan los hallazgos clave de
la investigación, los cuales fueron fundamentales
para comprender las dinámicas del turismo en Merzouga
y diseñar estrategias que promuevan un desarrollo turístico sostenible. A
través del análisis FODA y las entrevistas con los actores locales, se
identificaron las fortalezas y las debilidades del destino, así como las
oportunidades y las amenazas que podrían influir en su futuro.
En primer lugar, el análisis revela las notables potencialidades de Merzouga. Como destino turístico, esta región se enriquece con una multitud de atractivos que la convierten en un producto turístico integral, apto para complementar la oferta de otros destinos de sol y playa o de montaña (Aderghal, 2021). Las características geográficas y el legado histórico de Merzouga, junto con la diversidad de sus elementos humanos, culturales y naturales, consolidan su posición como una opción privilegiada para los viajeros.
El amplio abanico de productos turísticos en la región puede clasificarse en diversas categorías, desde el turismo de monumentos y circuitos culturales, hasta el turismo de salud y termalismo. Los terapéuticos baños de arena, por ejemplo, atraen a cientos de turistas cada verano, seducidos por sus propiedades beneficiosas.
Además, el turismo folclórico y étnico, así como el turismo cinematográfico, enriquecen la oferta de experiencias en Merzouga, dado que la localidad ha sido escenario de producciones cinematográficas nacionales e internacionales. Asimismo, destacan las actividades deportivas, que van desde el esquí sobre arena hasta el motociclismo, junto con emocionantes excursiones a las emblemáticas dunas, ya sea en camionetas 4×4, en quad, o en camellos.
El análisis FODA revela que, a pesar de
los desafíos como la escasez de agua y la estacionalidad
del turismo, Merzouga posee un gran potencial
turístico gracias a su belleza natural, la riqueza cultural de la región, y la autenticidad de las experiencias que ofrece. Estas
fortalezas, combinadas con una
creciente demanda de turismo sostenible y responsable, presentan una oportunidad única para desarrollar un
sector turístico próspero y beneficioso para la comunidad.
Sin embargo, es fundamental gestionar de manera adecuada estos recursos y abordar los desafíos existentes, como la planificación urbana y la conservación del medio ambiente. Con ello, Merzouga podrá consolidarse como un destino turístico de referencia, capaz de atraer a un flujo creciente de visitantes y mejorar la calidad de vida de sus habitantes.
Es relevante señalar que, en el ámbito del turismo, el sector hotelero en Merzouga es el principal generador de ingresos y empleo en la región. Anualmente se incrementa el número de nuevos hoteles construidos en las inmediaciones de las dunas, lo que propicia una creciente inversión por parte de empresarios nacionales y extranjeros en este sector (Morillo, 2022).
De acuerdo con el informe más reciente de la Oficina Nacional de Turismo de Marruecos, el número de hoteles en Merzouga ha experimentado un aumento del 15 % en los últimos cinco años, lo que ha resultado en la creación de más de 2000 nuevos empleos en la región. Este notable crecimiento se debe principalmente al atractivo turístico que representan las dunas de Erg Chebbi, así como a la proliferación de demanda por experiencias auténticas en el entorno desértico (Ministerio de Turismo de Marruecos, 2023).
Un testimonio ilustrativo de esta transformación es el de Mohamed, propietario de un albergue, quien relata que, al abrir su hotel hace una década, era uno de los pocos establecimientos en la zona. En la actualidad, la competencia ha aumentado considerablemente; no obstante, él ha logrado diferenciarse al ofrecer a sus huéspedes una experiencia singular que combina el confort de un hotel tradicional marroquí con actividades al aire libre, tales como senderismo a través de las dunas y talleres de cocina bereber.
Nuestro estudio ha permitido constatar que en Merzouga hay más de 30 hoteles de diversas categorías. Predominan los hoteles de tres estrellas, que ofrecen servicios de alojamiento y también de experiencias inmersivas en el desierto, como vivacs o jaimas que permiten a los turistas experimentar una noche bajo las estrellas. Esta combinación de confort hotelero con experiencias auténticas del desierto ha demostrado ser un factor atractivo para los visitantes.
Los hoteles en la región suelen organizar una variedad de actividades culturales y de aventura, como paseos en camello, excursiones 4×4, y visitas a comunidades locales. Estas actividades son especialmente valoradas por los turistas europeos y estadounidenses, quienes buscan además de descanso también una conexión cultural con el lugar.
Según estadísticas del Ministerio de Turismo de Marruecos (2022), el número de turistas en Merzouga ha crecido en un 10 % anual en la última década, con un notable incremento que proviene de países europeos como Francia y Alemania, y de mercados emergentes como Brasil y Estados Unidos. Este patrón demuestra que el destino atrae a viajeros de diversa procedencia, lo que potencia la pluralidad cultural en la región.
El gasto promedio de 45 euros diarios es representativo del perfil de los visitantes de la región, refleja el costo de la estancia y el interés por actividades y gastronomía local. Este gasto contribuye significativamente a la economía local, beneficiando no solo a hoteles, sino también a pequeños negocios, restaurantes y guías turísticos.
La tasa de ocupación hotelera en Merzouga supera el 80 % en temporada alta, se alinea con tendencias globales en destinos desérticos que son populares durante meses específicos como de octubre a marzo, cuando el clima es más favorable para el turismo. En particular, las festividades como el Festival Internacional de la Música del Mundo en el desierto, que atraen a grandes multitudes, también influyen en este aumento.
Hay que decir, que Merzouga ofrece muchas oportunidades, entre las cuales podemos destacar el potencial de convertirse en un destino líder en turismo sostenible, ofreciendo a los visitantes la oportunidad de experimentar la belleza del desierto de una manera respetuosa con el medio ambiente. Además, existe la oportunidad de desarrollar nuevos productos turísticos en Merzouga, como excursiones en camello de varios días, campamentos de lujo en el desierto y tours de observación de la vida silvestre. A esto se puede sumar que Merzouga podría colaborar con otros destinos turísticos en la región, como Fez, Marrakech y Ouarzazate, para crear paquetes turísticos más atractivos.
No obstante, la región de Merzouga enfrenta una serie de desafíos que comprometen su potencial turístico. Su ubicación geográfica, determinada por un carácter remoto y de difícil acceso, plantea un obstáculo significativo para los visitantes, especialmente para aquellos que optan por un desplazamiento independiente. Según un estudio sobre la percepción turística en Marruecos, realizado por El Moumen et al. (2022), «un 40 % de los turistas encuestados considera que la calidad de las carreteras representa un factor limitante en sus decisiones de viaje» (p. 153).
Investigaciones adicionales sugieren que la falta de inversión
en infraestructura también
impacta la experiencia del turista. Un informe del Ministerio de Turismo de Marruecos señala que un 30
% de los turistas se siente insatisfecho con la disponibilidad de servicios
básicos, como restaurantes y centros de información
turística, lo que puede influir negativamente
en la duración de la estancia (Ministerio de Turismo de
Marruecos, 2021).
Además, la estacionalidad constituye un reto prominente en el contexto turístico de Merzouga. Una considerable mayoría de los turistas se concentra en la región durante los meses estivales, generando una notable disminución en la ocupación hotelera durante el invierno. Este fenómeno queda ilustrado por la experiencia de María, una turista española, quien relató las dificultades que enfrentó al intentar acceder a Merzouga mediante transporte público durante la temporada baja, demostrando así las carencias en la conectividad y los servicios ofrecidos.
Estos desafíos, aunque importantes, pueden ser interpretados como una oportunidad para la mejora de la oferta turística en Merzouga. La inversión en infraestructura, la diversificación de la propuesta turística y la promoción de actividades durante todo el año se presentan como estrategias claves para asegurar un desarrollo turístico sostenible en la región (Ministerio de Turismo de Marruecos, 2021). Tal enfoque facilitaría un flujo más constante de visitantes a lo largo del año, y también contribuiría a la resiliencia económica y social de la comunidad local (Ministerio de Turismo de Marruecos, 2020).
Asimismo, la infraestructura turística en Merzouga aún está en desarrollo. Esto puede dificultar la búsqueda de alojamiento y servicios turísticos adecuados.
El perfil del turista en Merzouga se caracteriza por una búsqueda de experiencias auténticas y un deseo de escape de la rutina diaria. Según un estudio reciente de la Oficina Nacional de Turismo de Marruecos (2023), el 75 % de los visitantes de esta región tienen como prioridad el contacto directo con la naturaleza. Esta tendencia es especialmente notable entre los jóvenes, predominantemente aquellos con edades entre los 20 y 35 años, quienes presentan un alto nivel educativo y un marcado interés por las culturas diversas y las experiencias enriquecedoras.
Un caso representativo de este perfil es el de Sofía, una joven de 28 años que, al igual que muchos de sus contemporáneos, busca desconectar del agobio urbano y reconectar con el entorno natural. Durante su estancia en Merzouga, Sofía participó en un taller de fotografía, lo que le permitió explorar su creatividad, y realizó una caminata de varios días a través de las impresionantes dunas del desierto, una experiencia que describe como «transformadora».
Además de los amantes de la naturaleza, Merzouga atrae a un amplio espectro de aventureros en busca de emociones intensas y viajeros interesados en sumergirse en experiencias culturales. Artistas, fotógrafos y entusiastas del yoga encuentran en el desierto un espacio propicio para la inspiración y la creatividad, lo que resalta la versatilidad de la oferta turística de esta región (Jouili, 2022). Aunque la mayoría de los visitantes son jóvenes, se percibe un creciente interés por parte de viajeros de todas las edades que desean embarcarse en esta aventura única, lo que sugiere un cambio en las dinámicas de la demanda turística hacia Merzouga.
En lo que a las amenazas se refiere, el turismo en Merzouga, una de las regiones
más emblemáticas del desierto
del Sahara, enfrenta múltiples desafíos en el contexto
actual, siendo el cambio climático
uno de los más significativos. Según el Intergovernmental Panel on Climate Change (2021), se proyecta un aumento considerable de la temperatura en la región del Sahara, lo que podría
intensificar procesos de desertificación y
aumentar la frecuencia de fenómenos climáticos extremos, como las tormentas
de arena. Estas proyecciones son corroboradas por testimonios de guías
turísticos locales, quienes han observado una notable disminución del tamaño de las dunas
y un incremento en la intensidad de las tormentas
de arena en años recientes.
Este fenómeno no solo afecta
la estética del paisaje, sino que también puede tener un impacto directo en la experiencia del visitante y, por ende, en la rentabilidad
del sector turístico (Smith, 2022).
Además, Merzouga se enfrenta a una creciente competencia de otros destinos turísticos en el norte de África que ofrecen aventuras similares en el desierto. Lugares como el desierto Chott el Jerid en Túnez y el desierto del Oeste en Egipto han comenzado a ganar notoriedad, atrayendo un número cada vez mayor de turistas en búsqueda de experiencias únicas en el entorno desértico. Esta competencia impone un desafío significativo a Merzouga, que obliga a los operadores turísticos locales a innovar y diversificar sus ofertas. Como argumentan González y Romero (2020), «la competencia en el sector turístico requiere que los destinos adopten estrategias de innovación que incluyan experiencias sostenibles y auténticas para captar la atención de los turistas» (p. 329).
Estos desafíos, aunque alarmantes, representan también una oportunidad para el desarrollo de estrategias de adaptación y mitigación que aseguren la sostenibilidad a largo plazo de Merzouga como destino turístico. Implementar prácticas sostenibles, como el ecoturismo y el turismo responsable, pueden contribuir a la preservación del entorno natural y cultural de la región al mismo tiempo que mejorar la resiliencia del sector ante cambios futuros (Fernández et al., 2021).
Por lo tanto, aunque el cambio climático y la competencia
representan amenazas significativas para el turismo en Merzouga,
también se presentan como catalizadores para la innovación y el desarrollo
sostenible en este destino turístico único. En este contexto,
la inversión en investigación, infraestructura
sostenible y estrategias de marketing
efectivas se convierten en asignaturas pendientes para los actores
locales comprometidos con el futuro del turismo en la región.
De acuerdo con el análisis FODA (fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas) realizado en el contexto del potencial turístico de Merzouga, se establece que este destino presenta características intrínsecas que favorecen su desarrollo en el ámbito del turismo. En términos de fortalezas, la región se distingue por la presencia de majestuosas dunas de arena, un clima predominantemente cálido y soleado, una biodiversidad notable y una cultura, así como tradiciones, que son singularmente representativas de su identidad. No obstante, es relevante señalar que, a pesar de dichas fortalezas, la región enfrenta ciertas debilidades que podrían limitar su crecimiento turístico. Entre estas se encuentran el acceso restringido a algunas de sus áreas más atractivas, una infraestructura turística que es considerada insuficiente y la estacionalidad de los flujos turísticos, lo que puede afectar la sostenibilidad económica del destino.
En cuanto a las oportunidades disponibles para el desarrollo turístico en Merzouga, se destacan varias líneas de acción. Estas incluyen la promoción del turismo sostenible, que concibe un enfoque que minimiza el impacto ambiental y potencia el bienestar de la comunidad local; el desarrollo de nuevos productos turísticos, que podría diversificar la oferta actual y atraer a un público más amplio; y la posibilidad de establecer sinergias mediante la colaboración con otros destinos turísticos, lo que podría favorecer un mayor intercambio cultural y económico.
Sin embargo, el panorama turístico
de Merzouga
también se enfrenta a amenazas
significativas que requieren atención y estrategias adecuadas. Entre las más
prominentes se encuentra el cambio climático, que podría alterar de
manera drástica los ecosistemas locales y afectar las condiciones climáticas atractivas
del destino; los desastres naturales, que representan un riesgo
latente para la seguridad de los visitantes y la protección de los recursos naturales; y los conflictos
políticos, que pueden influir negativamente en la percepción de
seguridad y estabilidad del área, impactando así el interés turístico.
En síntesis, a partir del análisis FODA, se concluye que Merzouga posee un alto potencial turístico, aunque su desarrollo eficaz demandará la identificación y mitigación de debilidades y amenazas, así como la maximización de sus fortalezas y oportunidades en un contexto global cambiante.
La creciente afluencia turística en Merzouga ha dado lugar a una serie de problemáticas que amenazan la sostenibilidad de este icónico destino, conocido por sus imponentes dunas y su rica herencia cultural. Un estudio sobre la percepción turística en Marruecos realizado por la Universidad Hassan II en 2022 indica que el número de visitantes ha experimentado una duplicación en los últimos cinco años, superando la capacidad de carga de la región y resultando en una degradación ambiental significativa. Este fenómeno turístico no se limita a un aumento en el volumen de visitantes; constituye un desafío multifacético que requiere atención urgente de parte de autoridades y comunidades locales.
La expansión turística descontrolada ha propiciado una urbanización acelerada, caracterizada por la construcción masiva
de hoteles y edificaciones
que alteran tanto el paisaje
como la identidad cultural de la zona. Según Alfaro (2016),
esta transformación ha provocado un profundo malestar entre los habitantes locales,
que han observado cómo sus tradiciones y modos de vida se ven
comprometidos ante el auge del turismo. La situación se complica aún más cuando
consideramos que este desarrollo inmobiliario se realiza frecuentemente sin una
planificación adecuada, lo que agrava los problemas ambientales y sociales.
Ahmed, un residente de Merzouga con profundas raíces en la comunidad, expresa su desconsuelo ante los cambios que ha experimentado su pueblo. «Antes podíamos disfrutar de las dunas en solitario. Ahora están llenas de turistas y los ruidos de los vehículos interrumpen nuestra paz», comenta con nostalgia. Su testimonio resuena con la preocupación de otros miembros de la comunidad que sienten la pérdida de la tranquilidad y la autenticidad que una vez definieron a esta región.
Los impactos negativos de la masificación turística no se limitan al ámbito sociocultural; también se manifiestan en problemas concretos de gestión de residuos, escasez de agua y congestión en las carreteras. Estos factores afectan considerablemente tanto la calidad de vida de los habitantes locales como la experiencia de los visitantes. De acuerdo con Hernández y Torres (2018), la inadecuada gestión de residuos sólidos ha desembocado en el deterioro del entorno natural, afectando así la biodiversidad regional y la salud pública.
De esta manera, en el contexto actual del turismo en Merzouga, la información recabada mediante pruebas en el terreno ha puesto de manifiesto que es crucial que se implementen políticas efectivas que regulen el flujo de visitantes y promuevan prácticas sostenibles, para la preservación del patrimonio cultural y del medioambiente de esta invaluable región. Sin un abordaje integral, el legado de Merzouga como destino turístico único corre el riesgo de desaparecer, dejando una huella indeleble en su gente y su entorno.
Por otra parte, la proliferación de construcciones modernas en Merzouga ha desencadenado una preocupante erosión de su patrimonio arquitectónico. Un estudio del Instituto Nacional de Arqueología y Patrimonio de Marruecos (2018) revela que el 70 % de los edificios tradicionales, como los ksur, han sido demolidos o modificados en las últimas dos décadas. Esta pérdida masiva representa una amenaza significativa para la identidad cultural de la comunidad amazigh.
Fátima, una artesana local, lamenta la desaparición de los ksur, al respecto, señala:
«Nuestros antepasados construyeron estos edificios con materiales naturales y técnicas ancestrales, transmitidas de generación en generación. Hoy en día, los jóvenes ya no conocen estas técnicas y prefieren las casas de hormigón».
La pérdida de los ksur no solo implica una pérdida de valor estético, sino también una pérdida de conocimiento tradicional y de un sentido de pertenencia. Estos edificios eran mucho más que simples viviendas; eran el corazón de la comunidad, donde se celebraban eventos sociales y se transmitían los valores culturales de generación en generación.
A partir de esta realidad, se torna urgente replantear las prácticas de construcción en Merzouga, promoviendo la preservación de técnicas tradicionales y el uso de materiales locales. La arquitectura popular desarrollada en entornos desérticos posee características específicas que responden a las condiciones climáticas del lugar. Edificios diseñados para ofrecer resguardo frente al sol, el viento y la arena presentan paredes gruesas construidas con materiales térmicamente eficientes, como la tierra o la piedra, y techos planos que reflejan el calor (Rudofsky, 2022). La reorientación hacia estos enfoques tradicionales no solo garantizaría la conservación de la cultura y el patrimonio de Marruecos, sino que también sería un paso hacia un desarrollo turístico más sostenible y una mejora en la calidad de vida de los habitantes locales.
A pesar del importante potencial económico del turismo en Merzouga, su impacto en la comunidad local se manifiesta de manera desigual. Un estudio sobre la percepción turística en Marruecos realizado por la El Moumen et al. (2022), muestra que solo el 25 % de los ingresos generados por la industria turística se reinvierten en la localidad. Esta concentración de la riqueza en un reducido grupo de beneficiarios, predominantemente inversores extranjeros, ha exacerbado la brecha económica entre los receptores de ingresos directos del turismo y la mayoría de la población local.
Nuevamente, Fátima nos ilustra esta disparidad al afirmar: «Los hoteles y los restaurantes son propiedad de extranjeros. Nosotros trabajamos como camareros o guías turísticos, pero los salarios son bajos y no tenemos ninguna participación en los beneficios». Esta declaración pone de manifiesto las limitadas oportunidades económicas disponibles para los habitantes locales en un sector del que dependen en gran medida.
La situación descrita ha dado lugar a tensiones sociales y ha debilitado la cohesión comunitaria. La prioridad de los inversores en maximizar las ganancias a corto plazo ha conducido a una explotación insostenible de los recursos naturales y culturales de la región, sin respetar las necesidades y aspiraciones de la población local. Esta dinámica no solo plantea interrogantes sobre la sostenibilidad del modelo turístico vigente, sino que también resalta la imperante necesidad de incorporar enfoques más inclusivos que garanticen la equitativa distribución de los beneficios generados por el turismo. Dicha reevaluación es esencial para fomentar un desarrollo turístico que sea económicamente viable, pero que también promueva la justicia social y el bienestar comunitario (González & Hernández, 2021).
Es importante señalar
que la falta de inclusión
de la comunidad local en la toma de decisiones relacionadas con el turismo también genera tensiones
y conflictos entre todos los actores implicados. La llegada de un número
elevado de turistas, muchos de los cuales
desconocen costumbres y modos de vida locales,
se traduce en un trastorno significativo para
las poblaciones autóctonas. Históricamente, sectores
como la agricultura y la minería han constituido las principales fuentes de
ingresos para las familias locales, siendo el turismo un fenómeno relativamente
reciente que ha causado un desplazamiento del estilo
de
vida nómada tradicional y una pérdida de identidad
cultural (Berriane & Michon,
2016).
La voracidad del turismo ha llevado a una especialización excesiva en el ámbito turístico, donde los recursos y servicios se concentran en infraestructuras como hoteles y excursiones, lo que ha generado un impacto negativo en el entorno natural. A medida que la demanda de este tipo de infraestructuras crece, las comunidades locales se ven forzadas a abandonar sus tierras ancestrales y los recursos de los que históricamente han dependido.
La creciente demanda turística en Merzouga ha exacerbado la escasez de agua, un recurso que ya es inherentemente limitado en regiones áridas. Según un estudio de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (2018), «el turismo consume un promedio de 200 litros de agua por turista y día» (p. 51), cifra que no solo sobrepasa el consumo diario de la población local, sino que además plantea serias preocupaciones sobre la sostenibilidad de este modelo turístico.
La sobreexplotación de los recursos hídricos en Merzouga se agrava por la inadecuada infraestructura turística, donde la construcción de grandes piscinas en hoteles y resorts contribuye de manera significativa a la demanda de agua. Este fenómeno es particularmente alarmante dado el contexto del cambio climático y la creciente variabilidad en los patrones de precipitación. Como señala Fátima: «antes teníamos suficiente agua para regar nuestro huerto.
Ahora, el agua escasea y el precio ha aumentado considerablemente». Esta percepción del cambio en la disponibilidad de agua resalta las tensiones emergentes entre las necesidades de la industria turística y las de la comunidad local.
La sobreexplotación y la contaminación de los recursos hídricos no solo representan amenazas para la biodiversidad y la supervivencia de los ecosistemas desérticos, sino que también ponen en peligro la viabilidad a largo plazo del turismo en Merzouga. La escasez de agua puede ser, a la vez, un catalizador de conflictos sociales y migraciones forzadas y, también, significar una disminución en la calidad de vida de los habitantes locales. De hecho, la relación entre la disponibilidad de agua y la estabilidad social está bien documentada en estudios que analizan las interacciones entre recursos naturales y dinámicas humanas en contextos similares (Gassert et al., 2013).
Es fundamental que las políticas públicas en Merzouga se orienten hacia la inclusión de prácticas sostenibles en el turismo, así como hacia la gestión eficiente de los recursos hídricos, para garantizar un equilibrio entre desarrollo económico y bienestar social. De lo contrario, el paraíso desértico de Merzouga podría convertirse en un ejemplo de cómo la falta de atención a la sostenibilidad puede socavar tanto la economía local como la salud ambiental.
El análisis realizado revela una preocupante tendencia sobre la proliferación de actividades recreativas mecánicas en zonas desérticas, especialmente en lugares como Merzouga. El uso creciente de vehículos todoterreno y quads promueve un estilo de turismo explosivo, que conlleva serias repercusiones medioambientales. La contaminación acústica generada por estos vehículos invade el silencio característico del desierto, interrumpiendo la serenidad y majestuosidad de un entorno que ha sido un refugio para la fauna local durante milenios. Tal como señala Alfaro (2006), «la armonía del paisaje desértico se ve comprometida por el ruido constante de motores, alterando tanto el comportamiento de la fauna como la experiencia de quienes visitan la región» (p.132).
La fauna del desierto, que se ha adaptado a las condiciones áridas y específicas de su entorno, se encuentra en peligro debido a esta intrusión. Estudios han demostrado que la contaminación acústica puede llevar a la flora y fauna a modificar sus hábitos migratorios y de alimentación. Por ejemplo, investigaciones del ecólogo David Brower indican que
«los animales que dependen de la comunicación auditiva, como los pájaros y algunos mamíferos, sufren mayores estragos en su capacidad para interactuar y reproducirse» (2018, p. 88).
Además de los efectos en la fauna, la experiencia turística se ve también desmejorada. A medida que el ruido y la actividad mecánica invaden los espacios naturales, tanto los turistas como los residentes pierden ese sentido de conexión genuina con el desierto y su opulento silencio. Por lo tanto, se hace evidente que un enfoque reflexivo y participativo en el desarrollo turístico es crucial. Ello no solo garantizará la preservación de la identidad cultural de Merzouga, un rincón donde las tradiciones bereberes aún se entrelazan con la inhóspita belleza del desierto, sino que también promoverá la sostenibilidad ambiental y el bienestar de las comunidades locales.
La Declaración de París sobre el Desarrollo Sostenible
sostiene que es fundamental que el desarrollo
turístico no comprometa los recursos naturales y la identidad cultural
de las comunidades locales (Organización de las Naciones Unidas para la Educación,
la Ciencia y la Cultura, 2017). Es imperativo,
por tanto, buscar alternativas de turismo responsables
que prioricen la conservación del entorno sobre la explotación. De este
modo, Merzouga podría ser un destino turístico,
además de un modelo de sostenibilidad
y respeto por el patrimonio ambiental y cultural.
La propuesta que se presenta tiene como objetivo fundamental la creación de un proyecto que involucre de manera activa a las comunidades locales en el diseño y desarrollo de una oferta turística auténtica y sostenible. Desde nuestra perspectiva, este enfoque es esencial para la construcción de un modelo de turismo que no solo genere beneficios económicos, sino que también fomente la cohesión social y el respeto por las tradiciones culturales.
Al integrar a los miembros de la comunidad, se busca garantizar que las familias vulnerables y los pequeños emprendedores, que abarcan desde restaurantes y artesanos hasta agricultores y músicos, se beneficien de un sistema turístico que sea sustentable y responsable. Esta conjunción de esfuerzos se traducirá en un intercambio cultural enriquecedor entre los visitantes y la población local, promoviendo así una educación mutua que erradique la superficialidad del turismo convencional (Linares- Fleites, 2022).
En este sentido, proponemos el diseño de un itinerario temático que rinda homenaje a la milenaria tradición musical de los gnawa, en Merzouga y sus alrededores. Este enfoque tiene como objetivo la conservación de un patrimonio inmaterial frágil, que es esencial para mantener la identidad de la comunidad, y también para el entramado cultural de Marruecos (Díaz, 2021).
El inicio de esta ruta turística se fundamenta en la necesidad
de formular un producto comercializable
que potencie la oferta turística regional y, al mismo tiempo, proporcione a los guías locales herramientas que les permitan diferenciar sus servicios (Hernández, 2011). La esencia
del turismo sostenible radica en la capacidad de
satisfacer las demandas del presente sin comprometer la integridad de los recursos futuros; un equilibrio delicado que requerirá
la implicación y la colaboración de todos los actores
involucrados (Calderón et al., 2018).
La música gnawa, un tesoro cultural, puede ser el motor de un turismo responsable y respetuoso con las tradiciones locales. Más allá de la oferta turística tradicional, se presenta la oportunidad de crear experiencias auténticas que sumerjan a los visitantes en el corazón de esta tradición ancestral. Un itinerario turístico centrado en el patrimonio inmaterial gnawa enriquecería la experiencia del viajero, y también contribuiría a la preservación y revitalización de este legado cultural.
Dentro de este marco, delineamos algunas ideas para el desarrollo de productos turísticos que giren en torno a la música gnawa:
• Rutas turísticas: el turista observará y se convertirá en parte del paisaje cultural que lo rodea. Las rutas diseñadas a medida conectan pueblos pintorescos, donde los ecos de los guembrís resuenan en el aire. Recorrer estos caminos significa detenerse en lugares históricos, dialogar con músicos que llevan en su pecho el legado de sus ancestros y dejarse llevar por el ritmo contagioso de conciertos al atardecer, mientras el sol se funde en el horizonte.
• Festivales de música: promover la creación de festivales que celebren la música gnawa, e integren artistas de otras tradiciones musicales africanas y árabes, generando un diálogo intercultural que enriquezca la comprensión global sobre la riqueza musical de Marruecos. Estos festivales podrían incluir conferencias y talleres sobre la historia y la semántica emocional de la música gnawa, creando un ambiente de intercambio y reflexión.
• Talleres musicales: una oportunidad única para sumergirse en el corazón de esta tradición ancestral. Bajo la guía de maestros experimentados, los participantes aprenderán a tocar el guembrí y la derbuka, instrumentos emblemáticos de la música gnawa. Con cada nota, se sentirán más cerca de la cultura bereber y descubrirán el poder curativo de la música. Además, los talleres que suelen celebrarse en espacios acogedores y auténticos, como los zocos o las casas de familias gnawa, permitirán a los participantes interactuar con los músicos locales y conocer de manera directa su estilo de vida.
• Estancias culturales: permitirán a los turistas hospedarse en casas de familias gnawa para una experiencia más auténtica. Este tipo de hospedaje tiene muchos beneficios; por una parte, los turistas pueden experimentar de primera mano las costumbres, relatos y tradiciones de los gnawa, incluyendo su música, danzas y la degustación de la cocina tradicional gnawa, elaborada con ingredientes locales y recetas familiares. En este ambiente acogedor, los aromas de los tajines cocinándose y los relatos de antiguas leyendas dan forma a una inmersión que va más allá de la simple visita. Aquí, aprender sobre las costumbres y la gastronomía se convierte en un acto de amor y respeto por una forma de vida que ha perdurado a lo largo de los siglos.
Por otra parte, los viajeros tendrán la posibilidad de establecer relaciones más cercanas con sus anfitriones, accediendo a conversaciones profundas sobre la vida y cultura gnawa, así como la historia y contexto de esta comunidad.
• Experiencias de sanación y bienestar integradas: aprovechar la faceta ritual de la música gnawa en el desarrollo de ofertas de turismo de bienestar, donde los visitantes puedan participar en sesiones de sanación a través de la música, honrando las tradiciones espirituales de la comunidad. Esto no solo revitaliza la práctica de los rituales, sino que también brinda a los turistas una oportunidad de introspección y conexión con la cultura local.
• Documentación y difusión audiovisual: invertir en la producción de documentales y series que narren la historia de la música gnawa y su relevancia cultural. Estos materiales, además de promover la música a un público global, pueden servir como herramientas educativas en escuelas y universidades, fomentando un mayor interés y aprecio por esta forma de expresión cultural desde la juventud.
A continuación, se presenta un ejemplo de itinerario turístico que tiene como objetivo principal sumergir al viajero en la experiencia de Merzouga por medio de la exploración de la música gnawa, desarrollado en un período de cinco días:
Llegada a Merzouga e inmersión en la cultura nómada
• Recepción tradicional: al llegar a Merzouga, los huéspedes serán recibidos con un té de menta y dátiles, una tradición marroquí que simboliza la hospitalidad.
• Paseo por el pueblo: antes de llegar al campamento nómada, se realizará un breve paseo por un pueblo bereber cercano para conocer su arquitectura tradicional y su estilo de vida.
• Taller de henna: durante la tarde, las mujeres del campamento ofrecerán un taller de henna para que los huéspedes se adornen con diseños tradicionales.
• Preparación de la cena: los huéspedes podrán participar en la preparación de la cena tradicional, aprendiendo sobre los ingredientes locales y las técnicas de cocción.
• Fogata y cuentos: después de la cena, se encenderá una fogata y un miembro de la familia contará historias y leyendas sobre el desierto y la música gnawa.
• Introducción a los instrumentos gnawa: un músico gnawa local presentará los instrumentos tradicionales (guembrí, tbel, qraqeb) y explicará su significado y uso.
Alojamiento y cena:
• Haimas auténticas: los huéspedes se alojarán en haimas tradicionales, decoradas con alfombras y cojines.
• Cena especial: la cena será una auténtica fiesta gnawa, con música gnwa en vivo, cantos y danzas tradicionales. Se servirán platos locales como el cuscús y el tagine.
Trekking en camello y noches de estrellas
• Trekking al atardecer: el trekking en camello al atardecer para disfrutar de la puesta de sol sobre las dunas y llegar al campamento antes de que oscurezca por completo.
• Preparación del campamento: una vez en el campamento, los huéspedes participarán en la elaboración de la cena bajo las estrellas, creando un ambiente acogedor y participativo.
• Cena tradicional bereber: disfruta de una cena tradicional bereber a la luz de las estrellas, acompañada de música gnawa en vivo.
• Taller de astronomía: después de la cena, un guía local experto en astronomía iniciará un taller de observación de las estrellas. Con un telescopio los huéspedes podrán observar planetas, estrellas y constelaciones.
• Mitos y leyendas bereberes: el guía compartirá mitos y leyendas bereberes
asociados a las estrellas y las constelaciones, conectando la astronomía con la cultura local.
• Fogata y cuentos: alrededor de la fogata, se contarán historias y leyendas sobre el desierto, las estrellas y la vida nómada.
Mañana: talleres de música gnawa
• Taller de percusión: además del guembrí, incluir un taller de percusión con tbel y qraqeb para que los visitantes experimenten diferentes ritmos y sonidos de la música gnawa.
• Improvisación: al finalizar los talleres, organizar una pequeña sesión de improvisación para que los participantes pongan en práctica lo aprendido y creen su propia música.
• Historia de los instrumentos: antes de comenzar los talleres, dedicar unos minutos a explicar la historia y el significado de cada instrumento, así como su papel en la música gnawa.
Tarde: descubriendo el pueblo bereber
• Visita a una cooperativa de mujeres: además del artesano de plata, visitar una cooperativa de mujeres de elaboración de productos textiles tradicionales, como alfombras o prendas de vestir.
• Paseo por el pueblo: organizar un paseo guiado por el pueblo para conocer su arquitectura, sus costumbres y su vida cotidiana.
• Taller de cocina bereber: al final
de la tarde, ofrecer un taller de cocina bereber donde los participantes
aprenden a preparar platos tradicionales como el tagine
o el cuscús.
Noche: ceremonia del té y cena tradicional
• Historia del té: antes de la ceremonia del té, contar la historia del té en Marruecos y su importancia en la cultura bereber.
• Música en vivo: durante la cena se podría contar con la participación de un grupo de músicos gnawa que interpreten canciones tradicionales y permitan a los turistas bailar.
• Preguntas y respuestas: al final de la cena, abrir un espacio para preguntas y respuestas con los músicos y los miembros de la familia bereber, lo que permitiría que los visitantes conozcan más sobre su cultura y tradiciones.
Exploración del desierto y música al aire libre
• Amanecer en el desierto: comenzar el día con un paseo en camello al amanecer para disfrutar de una vista panorámica de las dunas y del desierto.
• Visita a una comunidad nómada: después del paseo en camello, visitar una comunidad nómada para conocer su estilo de vida, sus costumbres y sus artesanías. Posibilidad de participar en un taller de tejido o aprender a preparar té tradicional.
• Excursión en 4x4: realizar una emocionante excursión en 4x4 por el desierto, atravesando dunas y oasis. Durante el recorrido, el guía puede compartir historias y leyendas sobre el desierto.
• Almuerzo en un oasis: disfrutar de un almuerzo tradicional bajo las sombras de las palmeras.
• Taller de fabricación de artesanías: después del almuerzo, participar en un taller de fabricación de artesanías locales, como joyas de plata o cerámica.
• Concierto de música gnawa: al caer la noche, un concierto de música gnawa bajo las estrellas. Aprender algunos pasos de baile y participar de la celebración.
• Fogata y cuentos: después del concierto, relajarse junto a una fogata mientras se escuchan historias y leyendas sobre el desierto y la música gnawa.
Regreso y reflexión
• Desayuno tradicional: desayuno tradicional bereber para saborear los últimos momentos en el desierto.
• Taller de artesanía: antes de partir, participar en un taller de artesanía para llevarse un recuerdo hecho a mano por el participante.
• Visita a un mercado local: antes de regresar, realizar una parada en un mercado local para que los participantes puedan comprar artesanías y souvenirs.
• Donación a una organización local: organizar una pequeña donación a una organización local que trabaje en la preservación del patrimonio cultural o en el desarrollo comunitario.
• Ceremonia de despedida: organizar una pequeña ceremonia de despedida con la familia nómada, intercambiando regalos y compartiendo momentos especiales.
• Reflexión grupal: durante el viaje de regreso, dedicar un tiempo para reflexionar en grupo sobre la experiencia vivida. Utilizar preguntas como: ¿Cuál fue el momento más destacado del viaje? ¿Qué aprendiste sobre la cultura marroquí? ¿Cómo ha cambiado tu perspectiva después de esta experiencia?
• Creación de un diario de viaje: animar a los participantes a crear un diario de viaje donde puedan escribir sus reflexiones, pegar fotos y guardar recuerdos.
• Entrega de certificados: al finalizar el viaje, entregar a cada participante un certificado personalizado que reconozca su participación en el viaje y su contribución a la comunidad local.
De esta manera, el patrimonio inmaterial de esta región, especialmente la música gnawa, tiene el potencial de convertirse en el catalizador de un turismo sostenible en Merzouga. A medida que el interés de los visitantes crece, también aumenta la oportunidad de crear experiencias que van más allá de la simple admiración. El objetivo es claro: ofrecer vivencias únicas que permitan a los turistas sumergirse en la magia de esta tradición musical marroquí, desdibujando fronteras de incomprensión y forjando un camino de solidaridad y prosperidad entre las comunidades autóctonas.
Así, el turismo se transforma en un instrumento poderoso, donde cada nota tocada y cada historia compartida contribuye a un mundo más inclusivo y justo, un mundo en el que todos, turistas y locales, pueden bailar juntos al son de la música gnawa.
A lo largo de los siglos, el desierto de Merzouga ha sido un espacio de interacción entre el hombre y la naturaleza. Sin embargo, la intensificación del turismo en las últimas décadas ha introducido nuevas dinámicas que desafían los frágiles equilibrios establecidos. La historia de Merzouga se convierte en un caso de estudio sobre las tensiones entre la tradición y la modernidad, entre la conservación y el desarrollo.
El análisis realizado ha permitido constatar que la creciente demanda turística en Merzouga ha generado una presión significativa sobre los recursos hídricos de la región. El consumo de agua por parte de los hoteles y restaurantes, sumado a las necesidades de la población local, ha llevado a una disminución de los acuíferos y a una mayor salinización de los suelos. Además, la proliferación de vehículos todo terreno ha contribuido a la degradación de los ecosistemas dunares y a la pérdida de hábitats para especies endémicas. Para hacer frente a estos desafíos, es necesario implementar medidas de gestión del agua más eficientes, promover el uso de energías renovables y fomentar prácticas turísticas respetuosas con el medio ambiente, como el ecoturismo y el turismo de aventura responsable.
Ha quedado claro que, para garantizar la preservación de estos entornos únicos, es imperativo adoptar modelos de desarrollo que prioricen no solo la sostenibilidad ambiental, sino también el respeto hacia las comunidades autóctonas que han habitado estas tierras durante generaciones. Cualquier enfoque que desatienda esta dualidad corre el riesgo de incurrir en una explotación que erosione los recursos naturales y la identidad cultural.
La vastedad del desierto se presenta, entonces, no solo como un impresionante escenario natural, sino como un espacio donde el patrimonio cultural se manifiesta en formas tangibles e intangibles. Un ejemplo particularmente elocuente es la música gnawa, cuya fusión de ritmos africanos y melodías marroquíes no solo entretiene, sino que también actúa como un vehículo para la conexión entre el pasado y el presente. La salvaguarda de esta herencia cultural es esencial tanto para mantener la identidad local, como para la construcción de una conciencia global sobre la riqueza de la diversidad cultural que el desierto alberga.
El estudio subraya, además, la relevancia de una planificación meticulosa; una estrategia holística que integra la conservación de los ecosistemas con la participación activa de las comunidades locales en la toma de decisiones. Este modelo de turismo responsable debería evitar la sobreexplotación de recursos, así como la degradación ambiental y la pérdida de identidades culturales que, lamentablemente, suelen acompañar a la afluencia turística no regulada. En este contexto, el compromiso con el desarrollo sostenible se convierte en una directriz ineludible.
Frente a la expansión del horizonte desértico, se abre un abanico de posibilidades económicas y culturales para Merzouga, un lugar donde la belleza natural debe coexistir con una oferta turística diversificada. Las actividades en las dunas, por ende, deberían entrelazarse con experiencias culturales y gastronómicas autóctonas, promoviendo un turismo que trascienda lo meramente recreativo. La integración de este enfoque multifacético no solo enriquecería la experiencia del visitante, sino que también fomentaría un sentido de comunidad y pertenencia entre los residentes locales.
En definitiva, cada decisión que se tome, cada iniciativa que se emprenda, puede y debe contribuir a un futuro en el que el desarrollo turístico preserve la belleza natural y cultural de Merzouga, y además fomente el bienestar y la prosperidad de los que habitan este enigmático paisaje de arena y estrellas. La esencia del desierto, rica en historias y tradiciones, está en espera de ser apreciada y respetada, invitando a todos a unirse en la celebración de su singularidad y resistencia.
El autor declara no tener conflicto de intereses.
El autor declara que en esta investigación se ha citado de forma adecuada cada fuente utilizada, respetando los derechos de autor y las normativas de citación establecidas por la revista. En la recolección de información in situ, se utilizó el método de observación directa y se hicieron entrevistas, de acuerdo con los principios éticos de contar con el consentimiento informado de los participantes, protegiendo su identidad y cuidando su bienestar.
La investigación se realizó con recursos propios del autor.
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Actualmente, es profesor investigador titular en el Instituto Superior Internacional de Turismo de Tánger, Marruecos.
ORCID : https://orcid.org/0000-0003-1140-8514
Este es un artículo Open Access publicado bajo la licencia Creative Commons Atribución 4.0 Internacional. (CC-BY 4.0)